En la mayoría de las casas, el comedor no es una estancia independiente sino que comparte espacio con el salón y, cada vez más, también con la cocina. Por eso acertar al distribuir el salón-comedor es fundamental para optimizar al máximo el espacio disponible y conseguir ambientes cómodos. Todo esto es más o menos fácil cuando nos encontramos en una estancia de planta regular (cuadrada o rectangular), pero la cosa se complica cuando se trata de resolver una distribución en un espacio irregular.
Es el caso de esta vivienda de poco más de 100 metros cuadrados, ubicada en la zona de la Vila Olímpica de Barcelona: un piso de forma triangular.

Distribuir el salón-comedor
Los propietarios, un matrimonio con una hija adolescente, soñaban con un salón amplio, luminoso, con capacidad de almaceneje y, en general, un espacio moderno. El equipo de Tinda’s Project, responsable de la reforma integral de la vivienda, se encargó de hacerlo realidad.
El principal cambio fue eliminar pasillos, prescindir de recibidor y pasar de cuatro a tres dormitorios para lograr más metros cuadrados, así como situar la cocina junto al salón.

Del comedor a la cocina
Con la nueva distribución, salón-comedor y cocina son dos estancias independientes, si bien gracias a las puertas correderas de cristal que delimitan los ambientes, éstos quedan perfectamente integrados. Además, al estar decorados con el mismo criterio estético, forman un conjunto equilibrado y armónico.

Unidad de colores y acabados
Antes de reforma, la cocina se encontraba en el lado opuesto del salón, teniendo que cruzar cada vez el recibidor.
En la cocina: muebles, diseño de Tinda´s Project realizado por Omo Design; revestimiento de pared blanco Zeus, de Silestone; lámpara de techo, de Aromas del campo; taburete, de Kave Home; tablas de cortar, de Taller de las Indias; maceta con ramas, de Bossvi, y pastelera de madera, de Andrea House.

Con muebles a medida
El comedor se ubicó detrás de la zona de estar y, aprovechando que el sofá actúa de elemento divisorio, su parte trasera se prolongó en un banco para la mesa de comedor. Y no solo eso, su base se articula para poder abrirse y utilizarse para guardar cosas. Es un diseño de Tinda’s Project.
Ambos ambientes comparten los mismos tonos y materiales naturales que caracterizan el trabajo del estudio de interiorismo barcelonés.
En el comedor: sillas y banco con almacenaje interior a medida, realizadas por Prodec; mesa, de Kave Home; mantel de lino, de Harmony; cojines del banco, de Catalina House; vajilla, de Textura; accesorios decorativos de la mesa, de Sacum, y lámpara de techo, de Schuller.

Salón en forma de L
Tras la reforma, el acceso a la vivienda conduce directamente al salón, anulando completamente el espacio que se le dedicaba al recibidor. Esta estancia principal, que tiene acceso a la terraza, es ahora más amplia y cómoda gracias a una distribución salón-comedor mucho más funcional.
En la zona de estar: sofás y sillón a medida, realizado por Prodec; textiles del sofá y del sillón, de Catalina House y Kenay; mesa de centro y lámpara de sobremesa, de VP Interiorismo con bandeja y jarrones, de Sacum; cortinas confeccionadas a medida, por Prodec, y alfombra a medida, de Papiol Alfombras.
Estudio: Tinda’s Project.
Fotografías: Jordi Canosa.
Estilismo: Mar Gausachs.